Exasperado llego hasta la cumbre
Miguel Hernández
de tu pecho de isla, y lo rodeo
de un ambicioso mar y un pataleo
de exasperados pétalos de lumbre…
Exasperado llego hasta la cumbre
Miguel Hernández
de tu pecho de isla, y lo rodeo
de un ambicioso mar y un pataleo
de exasperados pétalos de lumbre…